Jakob Dylan nació el 9 de diciembre de 1969 en Nueva York (Estados Unidos). Fue criado por su madre, la modelo Sara Lowndes, después de que ésta y Bob Dylan se separaran a mediados de la década de los 70. En 1990 decidió dedicarse a la música en compañía del guitarrista Tobi Miller, el bajista Barrie Maguire, el batería Peter Yanowitz y el teclista Rami Jaffee. El mismo año en que Jakob se casaba con su novia Paige apareció editado su primer LP, “The Wallflowers” (1992), un disco publicado en la Virgin. El álbum, con una orientación directa y clásica, ausente de modernidades, y compuesto por piezas largas, estaba producido por Paul Fox (ex miembro del grupo punk Ruts), Andrew Slater y el mismísimo Paul Weller. Contenía piezas como “Shy of the moon”, “Honeybee”, “Sidewalk Annie” o “Ashes to ashes”.
El álbum no encontró demasiado apoyo promocional y en la banda se produjo una estampida de varios de sus componentes, que mantuvo en zozobra al grupo durante unos años. Para el siguiente LP, Dylan y Jaffee se hicieron acompañar por el guitarrista Michael Ward, el bajista Greg Richling y el batería Mario Calire.En Interscope Records lograron ser aceptados y allí T-Bone Burnett, afamado cantautor que había tocado en discos de Bob Dylan como el “Hard rain”, y producido a Elvis Costello o Tommy Keene, se puso al frente del estudio para grabar con los Wallflowers su disco revelación, “Bringing down the horse” (1996). Este trabajo, con una perspectiva más comercial y actual que su debut, y con colaboraciones de Gary Louris de los Jayhawks o Mike Campbell de Tom Petty & The Heartbreakers, sonó con profusión en las radios internacionales hecho que, con el plus de la parentela de su vocalista y compositor, les concedió la popularidad con singles de éxito como “One headlight” o la balada “6th Avenue Heartache”.No demasiado prolíficos a nivel compositivo, los Wallflowers tardaron cuatro años en retornar a las tiendas de discos, hecho que difuminó la fama otorgada por “Bringing down the horse”. “Breach” (2000), con “Sleepwalker”, “Some flowers never bloom”, “I’ve been delivered” o “Witness”, seguramente es mejor trabajo que el anterior, más maduro, más cetrino, pero la falta de promoción, en comparación con el previo, conllevó una mengua en ventas. Las colaboraciones de este LP, co-producido por Andrew Slater y Michael Penn, volvieron a ser lujosas, con Frank Black, Elvis Costello y de nuevo Gary Louris acompañando a Dylan y sus compañeros.
