Tears For Fears colocó a Orzabal y Smith en el punto de mira de la música pop gracias a su álbum de debut en 1982, The Hurting, una sofisticada colección de canciones de búsqueda interior y tonos electrónicos, entre ellos Mad World (recientemente versionada con enorme éxito en el Reino Unido por Gary Jules), Pale Shelter y Change, todos ellos éxitos incluidos en el Top 10 de su país de origen, Gran Bretaña.
El dúo, originario de Bath, amigos durante mucho tiempo y miembros anteriormente del grupo juvenil Graduate, nunca imaginaron el éxito con el que iban a encontrarse. Songs From The Big Chair (1985) fue una sensación internacional, con cinco singles dentro del Top 5 sólo en Estados Unidos, y tres temas, Everybody Wants To Rule The World, Shout, y Head Over Heels en el número uno, lo que catapultó a la pareja al mundo de las superestrellas. En un intento de satisfacer las demandas internacionales, el grupo pasó un largo periodo de giras y promoción del nuevo disco por todo el mundo, un tiempo que, como más tarde se vería, pasaría factura a la banda en el futuro. Tears For Fears siguieron adelante, y muy a fondo, pues cuando el álbum que siguió a Big Chair, Sowing The Seeds Of Love, se publicó cuatro días más tarde, entró directamente al Top 10 y logró un número 2 en las listas con The Seeds Of Love. Un estallido de alegría y pop melódico, al estilo de los Beatles, acompañado por un vídeo inolvidable, que demostró que la espera había merecido la pena para todos aquellos fans que habían estado pidiendo a gritos más música de Orzabal y Smith. Pero después vendría una larga espera. Después de un concierto benéfico en Knebworth en Junio de 1990, Smith hizo las maletas y dejó Tears For Fears, trasladándose a Nueva York y siguiendo finalmente su carrera en solitario."El asunto es que habíamos conseguido un éxito fabuloso", afirma. "Y creo que esto va siempre acompañado de cierta presión. Estoy hablando personalmente, pero yo no me siento bien cuando trabajo bajo presión. De ninguna manera. Así que ese abandono estuvo motivado por puro descontento. No lo estaba disfrutando, no me beneficiaba en nada. En aquella época atravesaba una separación matrimonial. Había conocido a una persona en América, mi actual mujer, nos habíamos enamorado y quería marcharme a América. Quería trasladarme a Nueva York y marcharme de Inglaterra. Básicamente, en el aspecto personal, quería iniciar una nueva vida, es lo que quería. Y para hacer eso Tears for Fears tuvo que quedarse fuera de la ecuación". Orzabal llevando el timón en solitario, TFF continuó, publicando tres discos más: Elemental (1993), Raoul And The Kings Of Spain (1995), y Saturnine, Martial and Lunatic (1996), con giras internacionales de promoción. Hacia 1996 las cosas llegaron a un punto sin retorno, tal como él recuerda. "Fue en Sudamérica, estábamos tocando en Colombia y estaba siendo un viaje duro", cuenta, "Porque Tears For Fears no había tenido ningún éxito en Colombia desde 1983, así que se estaba promocionando el concierto con las canciones del primer álbum. Era deprimente. Así que cuando salí al escenario supe que mi tarea ahí arriba era conseguir que la gente se volvieseloca con nosotros. Y después de una hora y media realmente estaban como locos, yo estaba cantando Shout en los bises y pensé: 'Ya estoy harto de esto'".
El dúo, originario de Bath, amigos durante mucho tiempo y miembros anteriormente del grupo juvenil Graduate, nunca imaginaron el éxito con el que iban a encontrarse. Songs From The Big Chair (1985) fue una sensación internacional, con cinco singles dentro del Top 5 sólo en Estados Unidos, y tres temas, Everybody Wants To Rule The World, Shout, y Head Over Heels en el número uno, lo que catapultó a la pareja al mundo de las superestrellas. En un intento de satisfacer las demandas internacionales, el grupo pasó un largo periodo de giras y promoción del nuevo disco por todo el mundo, un tiempo que, como más tarde se vería, pasaría factura a la banda en el futuro. Tears For Fears siguieron adelante, y muy a fondo, pues cuando el álbum que siguió a Big Chair, Sowing The Seeds Of Love, se publicó cuatro días más tarde, entró directamente al Top 10 y logró un número 2 en las listas con The Seeds Of Love. Un estallido de alegría y pop melódico, al estilo de los Beatles, acompañado por un vídeo inolvidable, que demostró que la espera había merecido la pena para todos aquellos fans que habían estado pidiendo a gritos más música de Orzabal y Smith. Pero después vendría una larga espera. Después de un concierto benéfico en Knebworth en Junio de 1990, Smith hizo las maletas y dejó Tears For Fears, trasladándose a Nueva York y siguiendo finalmente su carrera en solitario."El asunto es que habíamos conseguido un éxito fabuloso", afirma. "Y creo que esto va siempre acompañado de cierta presión. Estoy hablando personalmente, pero yo no me siento bien cuando trabajo bajo presión. De ninguna manera. Así que ese abandono estuvo motivado por puro descontento. No lo estaba disfrutando, no me beneficiaba en nada. En aquella época atravesaba una separación matrimonial. Había conocido a una persona en América, mi actual mujer, nos habíamos enamorado y quería marcharme a América. Quería trasladarme a Nueva York y marcharme de Inglaterra. Básicamente, en el aspecto personal, quería iniciar una nueva vida, es lo que quería. Y para hacer eso Tears for Fears tuvo que quedarse fuera de la ecuación". Orzabal llevando el timón en solitario, TFF continuó, publicando tres discos más: Elemental (1993), Raoul And The Kings Of Spain (1995), y Saturnine, Martial and Lunatic (1996), con giras internacionales de promoción. Hacia 1996 las cosas llegaron a un punto sin retorno, tal como él recuerda. "Fue en Sudamérica, estábamos tocando en Colombia y estaba siendo un viaje duro", cuenta, "Porque Tears For Fears no había tenido ningún éxito en Colombia desde 1983, así que se estaba promocionando el concierto con las canciones del primer álbum. Era deprimente. Así que cuando salí al escenario supe que mi tarea ahí arriba era conseguir que la gente se volvieseloca con nosotros. Y después de una hora y media realmente estaban como locos, yo estaba cantando Shout en los bises y pensé: 'Ya estoy harto de esto'".

